Biografía

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Capital Federal, Buenos Aires, Argentina
Ecuatoriana de nacimiento,pertenece a la 4ta generación de músicos en su familia. Se inició en la música y en el piano a la edad de 4 años de la mano de su padre.Sus estudios los realizó en gran parte, en prestigiosos institutos, Academias y Conservatorios de Quito, culminándolos en el conservatorio Sergei Rachamaninov(Obteniendo mención de honor ),en donde fue alumna de la reconocida pianista concertista Rusa Aliona Dziuba. Recibió cursos y seminarios de Piano, Dirección Coral y Orquestal, con destacados maestros a nivel mundial ( Toshko Stoyanov,Carlos Cuenca, Manfred Neuman, Natasha Kovalenko, Oleg Barsof,Victor Liadov,Celia Zaldumbide,etc).Ha brindado conciertos en las salas y teatros más importantes de su país y latinoamérica.Debutó como solista interpretando el Concierto para piano y orquesta en la Menor de E.Grieg,con la Orquesta Sinfónica de Cuenca,orquesta a la que dirigió esa misma noche, convirtiéndose en la primera mujer ecuatoriana en dirigir una orquesta sinfónica a tan temprana edad. Actualmente continúa sus estudios superiores en el Instituto Universitario del Arte y es Administradora y Docente la Sede Sarandí del taller de Piano y Música "Musichicos".

lunes, 7 de marzo de 2011

"La última nota" (Cristian.E. Thorsen).


El arco del violín me desafina la carne. La apaisada figura se contornea con furia despechada por los bordes sin filo de mi corazón, con el parsimonioso sadismo de los buenos invade mi corazón, acuchilla mi corazón.

En los arbores del viento se acumula el silencio, palabras que no existen, gorriones condenados a defecar en su jaula. El arco del violín conjura movimientos innumerables, la cerda del violín ilumina con sangre su angustia ancestral.

El espacio que dista entre las rodillas y la tierra es la medida de los estoicos. Recuerdo el aroma de los tilos mejorando la luz, tu voz al final de un silencio sin estigmas.

El loco en su eterno desencanto destrozó todos los vidrios de la ciudad pero no pudo asesinar la luna. El loco sospecha sinfonías interminables.

El Arco del violín raspa su virtud de kerosene en mis clavículas, húmedo, fatal, me rebana el cuello: En la noche brilla una muerte que no es mía pero que está dentro de mi.

El arco del violín se ha desvanecido, la última nota jamás sonó. El tiempo, amigo de los confines...andante sostenuto.

El loco supuso que toda la luna cabía en un vidrio roto y con menguante alegría se rebanó el cuello. En la suite del olvido la última nota se parece al silencio de Dios...

Cristian.E.Thorsen
17/12/2007

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